Una palabra vale más que mil palabras

Muy interesante reflexión, que además llevo últimamente pensando yo también.
Al estudiar fotografía te aproximas a esta problematización desde la práctica. ¿Cómo exponer a la gente tu trabajo? ¿Explico el proyecto antes o después de proyectar las imágenes? ¿Qué contar? ¿Cómo otros van a interpretar tu trabajo? ¿Debo imponer una lectura?
Sobre esto, Carolyn Drake comenta que las palabras, en un orden concreto, significan una cosa. Si las cambias de orden, cambia el significado.

Y lo traslada a la Fotografía: Poner fotografías sobre una mesa en un orden concreto generará una narración u otra en función de ese orden.

En inglés lo llaman "Finding meaning" (Buscando el significado), que es algo a lo que llevo dando vueltas bastante tiempo.

La secuenciación de las imágenes en una exposición, por ejemplo, implica imponer una lectura, pero la interpretación es mucho más abierta que leer una frase en una novela, y el significado que le dé el lector a tu exposición (o libro) forma parte del diálogo entre ambos.

A veces el lector no entiende absolutamente nada de lo que tú querías contar, a veces se siente totalmente identificado. Esto es algo que forma parte de cualquier arte, como bien apuntas: "Escribir es igual que dibujar, que fotografiar o que modelar una escultura, lo que cambia es el soporte, la técnica"

Personalmente, creo estar pendiente de qué interpretarán los lectores de las imágenes es un obstáculo para el fotógrafo, porque al final producirá pensando en ellos, pero no para ellos pensando en sí mismo y lo que quiere expresar. Demagogia pura, vaya.

Saludos.
 
FotoPrecios mínimos históricos de hoy.
Muy interesante todo lo que expones, requiere de tiempo para analizarlo en profundidad.

Por comentar un detalle más, hay fotógrafos que en mi opinión sólo tienen sentido tras la edición y con un conjunto de fotografías considerable. Por el contrario, sus fotografías de forma individual son simplemente insulsas, las podría hacer cualquiera, en cualquier momento, sin intención ninguna.

Por ejemplo, Rafa Badía (alguno se me echará al cuello). Las fotografías en secuencia, debidamente editadas, tienen ecos una tras otra que es donde está el interés, porque una cosa te lleva a la siguiente, o viceversa. Se podría leer el libro desde el final y seguiría existiendo esa conexión. Diría que incluso este hombre fotografía "al tún tún", y luego es en la edición cuando construye un significado a través de esos ecos, que a veces son formas, a veces están relacionados con el color, a veces con el contenido de la imagen...

Pero visualizas esas imágenes de forma singular, y no valen nada. A veces ni siquiera a nivel técnico.

Otro detalle clave de la edición es el famoso "instante decisivo", que si bien puede encontrarse durante la toma, creo que es mucho más probable encontrarlo en la edición.

Por ejemplo, esta imagen de Steve McCurry:

stevemccurry_2.jpg


Podría decirse que es perfecta a nivel técnico y compositivo, y además cuenta una historia en sí misma. Bien, esta imagen es una de treinta y seis. Es decir, McCurry disparó un carrete entero con este sujeto, y eligió ésta, que si uno no conoce la historia podría catalogar de "instante decisivo".

Pero en realidad estuvo media hora alrededor de las mujeres disparando fotos hasta terminar el carrete. Por aquellas épocas no había pantallas, por lo que era imposible revisar la imagen y pensar "ya tengo la foto". Había que gastar un carrete.

Un excelente libro para entender esta forma de trabajar es "Hojas de Contacto" de Magnum. Un tocho de mucho cuidado pero que ayuda a comprender el proceso de edición y sus porqués de los fotógrafos de Magnum.

Esto último se aleja un poco del planteamiento puramente artístico del hilo, pero es un aspecto fundamental relacionado con la edición cuando se habla de fotografía callejera, reportaje y fotografía documental.

Saludos.
 
Atrás
Arriba