Fotón fujista: «Temporal», por Sergio Mora-Gil.

• Autor: Sergio Mora-Gil.
• Cámara: Fuji  X100T.
• Web: Galería de Flickr.
• Enlace a la serie de fotografías.

La foto fue tomada el miércoles día 4 de febrero. Cito la fecha porque hacía un tiempo infernal, un día de esos en los que lo que más apetece es quedarse en casa viendo como cae la nieve a través de la ventana. Cuando le dije a mi mujer que me iba a hacer fotos su respuesta fue “tú estás loco, con lo bien que se está aquí”.

Me puse las botas, el plumífero, cogí la cámara, el trípode y ¡a la calle! No estaba el día como para conducir, así que me dirigí hacia el casco viejo caminando. Para que os hagáis una idea de la noche que hacia, de camino al centro me crucé con una persona que iba esquiando por la acera.

Mientras andaba iba pensando que tenía que hacer algo diferente, no quería sacar las típicas fotos de postal (que también las hice por cierto). Mi idea era intentar reflejar el ambiente que se vivía a través de las luces, sombras, gente, entorno….

Cuando apenas estaba a diez minutos del centro empezó a nevar copiosamente. Tuve la suerte de que a unos pocos metros había un pequeño túnel en el que poder refugiarme. Así lo hice. Una vez allí, me di cuenta de que las condiciones que tenía delante para sacar una buena foto eran perfectas. La luz de las farolas, los árboles, el paseo… Así que planté el trípode, hice los ajustes en la cámara y busqué un encuadre que me gustara. Sólo quedaba esperar a que pasara alguien para, como muy bien dice el compañero Javier Piñeiro, “pescar” algo. No tuve que esperar mucho tiempo, apenas diez minutos después ya estaba contento con el resultado. Las dos primeras fotos de mi serie “temporal” están hechas desde el mismo lugar. Son de esas fotos que crees que van a ser especiales. Digo crees, porque muchas veces cuando llegas a casa te das cuenta de que lo que tú pensabas que tenías y lo que tienes no es, ni mucho menos, lo mismo.

Después, ya por el centro de Vitoria, saqué muchas fotos, las de postal y alguna otra más por el casco viejo jugando con las sombras (tercera foto de la serie).

El revelado no tiene ningún misterio, no suelo pasar mucho tiempo con cada foto, apenas un par de minutos. Normalmente, para las fotos en blanco y negro, suelo subir un poco el contraste, algo menos la claridad, tocar un poco la exposición y darles un ligero viñeteado. Casi siempre hago lo mismo. Estoy seguro de que los resultados podrían ser mejores, pero con estos pasos consigo que las imágenes queden “decentes” sin invertir mucho tiempo delante del ordenador.

En definitiva, una noche en la que mereció la pena salir de casa cámara en mano y trípode al hombro; cosa que, por otra parte, como a muchos de los que estamos por aquí, me encanta.