Hemos tenido la Fujifilm X-Pro1 en nuestras manos. Han sido varios meses de espera pero este pasado jueves por fin pudimos saborearla durante unos minutos en la presentación de la cámara en un céntrico hotel bilbaíno, organizada por Foto Samar. Dos cuerpos, los tres objetivos y apenas una decena de asistentes deseosos de probarla. Y es que la suerte deparó que la cita coincidiese con el encuentro europeo del Athletic de Bilbao, lo cual restó posible competencia para trastear a placer con la X-Pro1.
La primera impresión del que escribe no puede ser más satisfactoria ya que mis manos no son muy grandes y la ergonomía de la X-Pro1 me es más que apropiada. Familiarizado con la X100, no he visto un cambio muy sustancial en los controles de este nuevo cuerpo salvo un cambio de lugar de algunos botones y una apariencia en general más sólida y menos plasticosa. A diferencia de otras cámaras como la NEX7, el frontal derecho de la X-Pro1 es casi plano, con poca capacidad de agarre. Más de un asistente a la presentación se quejaba que en este sentido de que la cámara era «demasiado pequeña» y se interesaba por el futuro grip que estará disponible en breve. Algunos profesionales de la fotografía acostumbrados a cámaras de formato completo y a lentes luminosas y pesadas, o personas con manos especiamente grandes, probablemente no se sientan en primer momento cómodos con el manejo de la X-Pro1. Pero lo cierto es que es una cámara pensada en el fotógrafo callejero: es discreta en tamaño y notablemente más ligera que una Leica M9. Y eso, al margen de manías concretas en cuanto a tamaño y peso, se nos antoja la combinación perfecta.
Después de unas primeras tomas de prueba, empezó la presentación de la X-Pro1 en sí, conducida por Manuel San Frutos Forja, redactor de dslrmagazine. Acostumbrado como estoy a otras presentaciones que parecen más marketing que otra cosa, la explicación de Manuel se nos hizo muy instructiva y amena, clarificando mucha de la información de la que ya disponíamos a través de los análisis publicados en el portal para el que trabaja. En el proyector fueron desfilando varias comparativas con imágenes de cámaras de referencia en varios campos: entre otras la full-frame Nikon D3s, hasta hace poco con el mejor sensor en cuanto a control sobre el ruido a ISOs altos, y la Sony NEX-7 que es competidora directa de la X-Pro 1 en el mercado de mirrorless de gama alta y que representa un nuevo hito en la capacidad de resolución de los sensores APS-C con 24 megapíxeles. En ambos casos, el sensor de Fujifilm rindió tan bien o mejor que sus adversarias con el hándicap añadido que la D3s es de formato completo y la NEX-7 tiene 6 megapíxeles más y tenía calzada la Sony Carl Zeiss 24mm f/1.8, una lente casi el doble de cara que cualquier Fujinon. Impresionante.