Después de cinco días y muchas horas dentro de un hide, preparar toda la logística, para poderme aproximar a la distancia precisa, y de armarme de paciencia infinita, ya que tengo muchas fotos de la abubilla pero sin la comida en el pico a esta distancia, que es lo que pretendía, (un poco más lejanas tengo algunas más) ya que alimentaba primero a su prole, y después se situaba en el posadero, esta tarde he bajado la altura del mismo, y cosas del destino, se pasó por el antes de viajar al nido, así que pude cumplir el reto de fotografiarla con la XT1 y el 55-200, a una distancia de algo más de un metro, contento y feliz por conseguir la foto que perseguía, aunque el ave donde habrá pillado la presa que viene para pasarla por la ducha...