Si hay algo que extraño es hacer fotos con amigos.
Los nervios, la planificación, las risas, la aventura y sobre todo aprender. No hay sitio donde más se aprenda que en las quedadas fotográficas con amigos.
Extraño ver las fotos que ellos se llevaban a casa, tan diferentes a las mías aún estando pegados unos a otros.
Extraño compartir ediciones, corregirnos entre nosotros, las críticas que resquemaban pero te hacían crecer.
Extraño deshacernos en grupo de la pesada mochila, compartir bocadillos y bromas.
Extraño volver a casa agotada, pero tener que sentarme a descargar mis fotos para ser la primera en publicar.
Extraño las fotos robadas en momentos de concentración, porque si hay algo que todos teníamos en común es que nos...