Playa, comer, siesta, playa, comer, siesta, playa, comer, siesta...
Pues eso, veraneando. Los que no lo podemos hacer odiamos esta época de calores, pero cada vez que voy a pasar un día de playa en la casa que ha alquilado mi hermano entiendo lo que es el veraneo puro y duro, ni te peinas, ni te afeitas, ni tienes obligaciones más allá de playa, comer y siesta.
Veraneando. por Fran Cegarra, en Flickr