Aquí tienes un artículo de José Pereira que quizá ayuda a aclarar la confusión que hay, o al menos evidenciarla, en torno a la resolución que le damos a los archivos.
Aqui
El artículo en sí es confuso porque concentra demasiada información en poco espacio. Lo básico es entender que no es lo mismo la resolución de entrada ppp (pixel por pulgada) y que está referida a la densidad de pixeles de la captura (sea por cámara o escáner) que la resolución de salida dpi (dots per inch) de la impresión o de la proyección. Esta última, la resolución de salida, va a ir en función al propio sistema de impresión y a tres factores que están interrelacionados: tamaño, nitidez y distancia del observador.
Cada impresora tiene una resolución máxima que depende del propio sistema, pero no hay que olvidar que también depende del papel que se emplee. Hay que pensar que quizá no necesitamos darle una salida a la máxima resolución de la impresora porque la distancia al observador será mayor de 30 cm. Se mide, como hemos dicho en dpi (dots per inch, puntos por pulgada) pero cuidado porque como comenta José Pereira al surgir las impresoras por inyección de tinta la resolución también se expresa en lpi (lines per inch). La resolución real en esos casos y como él mismo explica es un cálculo entre ellas. La resolución sorprendente que hemos visto en los últimos sistemas
plotters de 2400 dpi no es tal.
Las resoluciones máximas que alcanzan las diferentes máquinas dependen del método específico con el que trabajen; en general, dejando los sistemas de serigrafía, serán C-print (fotoquímico, RA4, papel RC, miniLab...) o sistemas inyección de tinta (
plotter, fine art, papel de algodón).
Si hablamos de ampliar lo más posible hoy contamos con la
interpolación que nos ofrece Photoshop que nos va a permitir multiplicar artificialmente el número de pixeles sin perder calidad. Si queremos conservar la resolución típica de salida de los 300 dpi como están comentado algunos foreros, se recomienda no sobrepasar la relación 2:1 entre la resolución de entrada y de salida. Es decir, si estamos pensando en un tamaño máximo a una resolución máxima podríamos ampliar X2 el tamaño a través de la interpolación. En éste caso, las máscaras de enfoque también podrían ayudarnos a lograr una mayor nitidez en nuestras imágenes aunque si aplicamos un microcontraste excesivo la foto va a quedar
estallada, que se dice.
En mi opinión el problema de imprimir no es el tamaño máximo en relación a la nitidez sino el
gamut que logre un sistema -especialmente crítico en los negros y blancos para algunos sistemas C-print-. El desconocimiento de las posibilidades que hay y sobre todo el precio que adquieren impresiones de calidad contando con el enmarcado hace difícil profundizar en este tema. A mi me está sirviendo de gran ayuda el manual
De la imagen al papel de Juan M. Adrio Fontdevila y Kako Castro-Muñiz.