Hasta ahora casi todos los cambios introducidos por Fuji en sus cámaras han sido positivos. Y sí, las baterías eran una asignatura pendiente pero, en mi opinión, los resultados logrados con la X-T3 son muy buenos, probando que el problema no estaba propiamente en el "carburante", pero sí en el "motor". Con la T3 hago el doble de fotos que con la T2 –en trabajos llevo las dos y muchas veces llego a tener en la T2 las dos baterías del grip descargadas y la del cuerpo empezada antes de que se acabe la primera batería de la T3. No es un estudio científico, pero este resultado ya me quita el mal sabor de boca que tenía al explicar que el cambio de Nikon a Fuji había sido muy positivo en casi todos los aspectos... casi, porque el cambio constante de baterías me fastidiaba bastante el hacer fotográfico en los días más largos.
Sea como fuere, todas las marcas introducen novedades que generan incompatibilidades en algún momento, lo que me decepciona es que esto pase ahora, cuando habían encontrado un equilibrio entre tamaño del cuerpo y número de disparos. A mí lo que más me molesta no es una cámara más pesada –suelo llevar el grip puesto, así que no sentiré mucha diferencia–, lo que me echa para tras es tener un nuevo juego de cargadores para mi colección, además de representar una inversión añadida. Si esperé el momento para comprarme la X100F porque no soportaba la idea de tener las versiones anteriores con sus baterías de otro modelo!
Una solución sería que la nueva cámara fuera de alguna manera compatible con las NP-W126s (como los cargadores que sirven para dos o más modelos de batería), lo que permitiría una transición más suave de una generación a la siguiente. Obviamente no creo que esto pase, por eso, cada uno tendrá que valorar si las mejoras introducidas son razón suficiente para justificar el cambio. Yo, desde luego, a no ser que la X-T4 sea una cámara revolucionaria (probablemente no, será más una evolución que una revolución) preferiré pillarme otra X-T3, cámara con la que estoy encantado.