Evidentemente no has experimentado el placer de sacar un jpeg directo de cámara suficientemente bueno como para que juzgues las cosas como lo haces. ¿De verdad has interpretado de mi comentario que los jpeg directos de cámara han de exponerse en automático? Pues, si es así, te equivocas de medio a medio.
Hablas de la propia autoría y, sin embargo, no caes en la cuenta de que ésta comienza en el propio manejo adecuado de la cámara. Los programas de edición sirven, entre otras cosas, para "inventarse" imágenes y para corregir las carencias de la toma. Por mi parte, últimamente he redescubierto el placer que supone "clavar" la toma, pasarla por Snapseed para darle unos muy ligeros toques para que la imagen responda a lo que yo veo o quiero (que no siempre concuerda con la realidad por muchos motivos). Y no me refiero a los "estilos" precocinados del programa sino a cosas como la exposición, la nitidez, el balance de blancos, el contraste, luces, sombras, el "selectivo"...
Luminar apenas lo uso para experimentar otras posibles versiones de fotografías ya procesadas, buscando estilos diferentes o para reducir el ruido (lo cual hace mucho mejor que el LR). Y el Topaz Denoise AI lo reservo para fotografías en las que el ruido es severo, bien por ISOS altos, largas exposiciones o fotografía nocturna.
En definitiva, cada cual ve la fotografía de un modo. Pero insisto: rara vez he visto fotografías que justifiquen o acrediten el uso del Capture One como para que suponga una ventaja creativa real. Los propios "expertos" en videotutoriales de software de edición suelen mostrar fotografías que dicen bien poco de sus habilidades con la cámara. Los buenos fotógrafos (amateurs, por supuesto) no necesitan de grandes programas de edición, como tampoco de las mejores cámaras u ópticas. Y, francamente, yo prefiero gastarme 300 o 400 euros en una excursión fotográfica que hacerlo en un software.
Capture One, al igual que Photoshop, son programas especialmente dedicados y adecuados para PROFESIONALES que, como tales, pueden hacer frente a su coste a cambio de una enorme versatilidad para su trabajo gráfico.
Lightroom, Luminar y otros, libres o de pago, van especialmente dirigidos al aficionado, por avanzado que sea.