Es una simple cuestión de sostenibilidad medioambiental la que requiere evitar el mayor número de residuos posible. Nos estamos cargando el planeta con tanta basura y tanta infrautilización motivada, entre otras cosas, por la obsolescencia programada o.... provocada.
Allá por los 70 yo me pasaba las tardes en el taller de un mecánico de cámaras (inolvidable Vicente, en Alicante) y con mi amigo y compañero Santiago Zamora, un manitas cacharrero que se reparaba sus muchas cámaras con toda facilidad. Había cámaras que eran eternas (las Leica, Minolta, Nikon, Pentax, Konica, Rollei...) y otras que no tanto (Zorki, Praktica, Pentacon, Kowa, Fed, Kiev, Zenit...). En cualquier caso, aprendí a repararlas fácilmente. Lo que más solía averiarse era el arrastre de la película y la carga del obturador. Algo así es impensable con la electróninca, los sensores son muy sensibles y no soportan el paso del tiempo, como tampoco los circuitos. La basura electrónica se multiplica de manera insostenible y eso no es de recibo. Siempre es preferible la reutilización que la renovación, pero para eso es necesaria una buena infraestructura de servicios técnicos, aprovisionamiento y precios que la propicie.
El día que el sol se suelte un pedo... ya veremos qué hacemos con la electrónica. Y la pregunta al respecto no es si ocurrirá o no sino "cuándo ocurrirá". A mi, sin duda, me pillará con el más bajo coste posible.