Con la cantidad de frentes abiertos: la pujanza de las cámaras de los smartphones, la crisis del COVID-19, la escasez de componentes, ahora la «amenaza» de la Inteligencia Artificial… podemos tener la certeza de que el negocio de la fotografía está muy lejos de su florecimiento hace ya una década, cuando todo cualquier hijo de vecino se pirraba por comprar una cámara réflex de entrada.
La venta de la división fotográfica de Olympus a un fondo de inversión japonés abrió la caja del pánico entre los fotógrafos más entusiastas. Siguió Nikon con nuevas alarmas anunciando pérdidas de hasta el 70% por la pandemia, motivada en buena razón por su incapacidad de reinventarse más allá del negocio fotográfico. La otrora todopoderosa Canon está siendo superada por Sony en el mercado de las cámaras sin espejo que, si bien se resiste a penetrar en ciertos círculos profesionales con equipos ya consolidados, es el presente y futuro de este mercado. Con este panorama de los últimos años uno puede pensar que si una empresa como Fujifilm, tan diversificada desde el inicio de la decadencia de la fotografía química, tuviese que deshacerse de una hipotética división de Imaging con pérdidas, lo haría sin ningún remordimiento. Al fin y al cabo es una empresa y se debe a sus gráficos de beneficios, por mucho que el “film” incluido en el nombre pese mucho en su imaginario.
Es por ello que cuando leo noticias sobre la buena salud financiera de Fujifilm, no sólo de la empresa en general sino de su división de Imaging donde se encuadra toda la actividad relacionada con la Serie X y GFX, pues me alegro mucho. No es un sentimiento irracional de fanboy, sino una tranquilidad de saber que un sistema fotográfico por el que he apostado, no solo a nivel de usuario sino a nivel de divulgación profesional, está más vivo que nunca.
Mi visita a Barcelona de hace dos semanas para la asistir a la inauguración de la Wonder Expo contó con la presencia de los directivos japoneses Toshi Iida y Shin Unodo. Ambos son rostros conocidos en este blog y en el foro de fujistas ya que eran protagonistas habituales de presentaciones y entrevistas desde la división fotográfica central en Tokio. Ahora mismo han dado el salto a latitudes mas cercanas: Toshi Iida como director de Fujifilm en Europa y Shin Unodo como vicepresidente senior de Imaging.
La única forma de tener éxito es la inversión e investigación permanente y constante en el tiempo.
Toshi Iida, presidente de Fujifilm Europe
Que los antiguos máximos responsables globales de la división fotográfica en la hayan venido a dirigir el entramado europeo de Fujifilm dice mucho de la importancia que tiene el negocio fotográfico en nuestro continente. Ciertamente, el discurso corporativo habitual esta vez habló de los grandes avances de Fujifilm en el último año, pero tuvo gran énfasis en la gran recuperación de las ventas en fotografía. Al contrario que en anteriores citas, en los que me quedaba un regusto de instinto de supervivencia en el discurso, me gustó ver el entusiasmo y orgullo mostrado por la buena marcha de la Serie X y GFX, el inquebrantable posicionamiento de las Instax y de todo lo relacionado con la impresión.
Hay sensación de que el negocio fotográfico decrece por el auge de los smartphones pero no es el caso de Fujifilm
Toshi Iida, presidente de Fujifilm Europe
He advertido un cambio de actitud con respecto a las dificultades que ha representado el COVID-19 y la crisis global, de cierto victimismo a una visión de ir a aprovechar incluso las circunstancias adversas. Así, tanto el presidente europeo de Fujifilm como Eduardo López, el director de Imaging de Fujifilm España, insisten en no ver al smartphone como una amenaza para su actividad: «El teléfono móvil no es un enemigo para Fujifilm, sino que es un aliado». El directivo español lo dice sabiendo de las sinergias que puede generar la disponibilidad global de un dispositivo fotográfico en el bolsillo en conjunción con los diferentes dispositivos Instax o con todo el negocio de impresión de Fujifilm.
El baile de cifras arroja varios datos significativos: las ventas a nivel global de Imaging en los últimos 10 años ha mejorado un 37%, si bien lo realmente importante es el beneficio de la compañía en esta división, que pasa de las pérdidas en 2012 a 67 billones de yenes de balance positivo en el 2022. Hablando a nivel europeo, la escalada de la importancia de Imaging en el último año ha sido portentosa: de representar el 16% de beneficios de la compañía en 2021 al 27% del 2022. Parece que la división de imagen está con buena salud y, lo que es mejor, cuenta con el regalo inesperado del renacimiento de los carretes de película, una oportunidad por la cual el negocio fotográfico aumente más en los próximos años.
El caso ibérico sigue bastante la tendencia europea. El 40% del negocio de la firma tiene que ver con Imaging, aunque el trabajo de los directivos peninsulares trabajan para diversificar al máximo la actividad de la firma. El volumen de negocio del área médica está a la par con la de Imaging, un dato reflejado por Pedro Mesquita, el director general de Fujifilm para España y Portugal, que afirma: «mi anhelo es que en el futuro la firma Fujifilm no sea relacionado solamente con la fotografía sino también con otras áreas como la sanidad».
Si bien la excepcional vitalidad de la división de Imaging de Fujifilm tiene mucho que ver con el incombustible éxito de todo lo relacionado con las Instax, la fotografía digital sigue siendo cabecera en la imagen corporativa. Además, en un espacio tan puramente «instaxero» como la Wonder Photo Shop de Barcelona, tras la última remodelación la Serie X/GFX aparece de frente nada más entrar. Hasta hace poco estaba escondida en un discreto rincón…
Muchos os preguntaréis, ¿a qué viene esta entrada? Con este artículo intento responder a la duda de decenas de foreros de Fujistas que me han planteado en repetidas ocasiones si veo sinceramente futuro en la Serie X de Fujifilm. Yo creo genuinamente que tenemos Serie X y GFX para rato y no sólo por un compromiso por el legado fotográfico de los altos directivos de Fujifilm -argumento utilizado hace ya unos cuantos años atrás- sino por creencia en una viabilidad y crecimiento del negocio. Y que esa necesidad de investigación y desarrollo constante que repetía el sr. Iida al inicio de su discurso va también iba por nuestras estimadas cámaras y objetivos. Ahora, tan sólo me queda por saber si habrá finalmente una X-T40 o no y podré respirar tranquilo…
Gracias Jon por escribir un artículo tan extenso solo para responder a mi preguntita
Solamente hacer una advertencia.
«En modo de resumen, es importante que nunca olvides que un billón en español es un millón de millones (un 1 seguido de 12 ceros: 1 000 000 000 000), mientras que en inglés, un billón equivale a mil millones (un 1 seguido de 9 ceros: 1 000 000 000) por lo que es necesario hacer la conversión cuando hablemos de dichas»
Completamente de acuerdo, Eugenio. Yo mismo he hecho esa advertencia más de una vez… en este caso he hecho una transcripción literal de un gráfico que tampoco trata de hacer un análisis profundo del alcance de ese balance de beneficios: lo suyo habría sido hacer una conversión de dólares o a euros.
Todo genial pero tenías que haber preguntado al señor Fuji por la X-Pro4 😉
Ya lo comentaron en otra entrevista. Habrá X-Pro4, pero cuando se den las «condiciones específicas» 😋
https://fujistas.com/foro/threads/entrevista-a-los-gerentes-de-fujifilm.69660/
No me extraña que les vaya bien a Fuji en fotografia, son los unicos en tener un sistema con personalidad propia. En cuanto de el salto a sin espejo ya sé donde voy a invertir.
Hay otra alianza feliz entre las cámaras Fuji y el ‘enemigo a las tres’ que todos llevamos encima: el excelente jpeg que puedes compartir a través de la aplicación, sin necesidad de tener que esperar a llegar a casa, procesar las fotos en el ordenador (al margen de que luego lo hagas si quieres), etc.
En viajes, escapadas, incluso para trabajos, es muy útil esa opción aunque tengas un smartphone normalito, de 200 euros. O si no te conformas con las fotos del que cuesta 1000-1500 y prefieres usar una cámara.
El enemigo convertido en aliado, pero ahí las Fuji tienen esa ventaja, al menos frente a lo que yo he probado, que no es poco.