"Naranja, perros y monjes"
Esa noche fue especial. Fue en agosto de 2017. Después de cenar, decidí dar una vuelta por las calurosas calles de la bella ciudad de Luang Prabang en Laos, a las orillas del río Mekong. Yo soy de los que entra en los sitios, observa e interactúa con las personas. Esa noche nunca la olvidaré. Pasé frente a un bonito monasterio budista, y bajo las suaves luces, dos hábitos naranjas resaltaban en la oscuridad. Entré, me acerqué y les saludé. Eran dos monjes novicios, estudiando inglés. Les pregunté que estudiaban exactamente, y si querían que les ayudara o les explicase algo de la lección. Accedieron y ejercité de profesor particular improvisado durante unos minutos. Finalmente y tras terminar la lección...