Bueno, cada cual se pinta la realidad que quiere, lo cual no quiere decir que sea la que se pueda encontrar. Y en tu planteamiento también tiene mucho que ver la focal que uses. No es lo mismo un gran angular que te sacaría algo más que el altar enfocado, en el caso de una iglesia o, peor aún, una ermita pequeña, que una focal de 35 o 50 mm. equivalentes, que tiene una profundidad de campo muy inferior.No creo en abosluto que la luminosidad esté sobrevalorada, está ahí parfa quien la necesite. En esa iglesia que mencionas, la luminosidad es muy importante, ya que la profundidad de campo no está sólo afectada por la abertura, también por la distancia, dependiendo lo que vayas a fotografiar la pdc puede afectar o no. Para astrofotografía es muy importante la luminosidad, y como ya te han dicho, a más luz, más velocidad puedes usar, y si a eso le sumas una cámara con un buen estabilizador, mejor que mejor, podrás bajar mucho sin necesitar trípode.
En fin: la cantidad de variables que juegan respecto de la profundidad de campo es suficientemente amplia y concreta como para que precisamente la luminosidad sea la menos importante. Tanto para desenfoques como para su contrario la focal es lo realmente importante. Y en cuestiones de profundidad de campo está claro que el micro precisamente siempre supone una ventaja añadida sobre el resto de formatos.
Para astrofotografía la cosa queda bastante más clara porque siempre se recomiendan los grandes angulares sobre cualquier otra focal y ahí no hay profundidad de campo que considerar y la luminosidad y la focal son esenciales... además del trípode, claro está.