Por poner un ejemplo, si quieres un objetivo de focal y profundidad de campo equivalente al Fujinon 23mm f1.4 para FF puedes estar seguro de que será más pequeño y barato.
Un Nikon 35mm f2 pesa 205 gramos y cuesta 350 euros en Amazon, el Fujinon 23mm f1.4 pesa 300 gramos y cuesta 850 euros también en Amazon. pero la cosa se pone mucho peor si añadimos el Fujinon 23mm f2 que cuesta 424 euros y pesa solo 20 gramos menos que el Nikon, aunque a este lo deberíamos emparejar con un 35mm f2.8 en FF, como por ejemplo el Canon 35mm f2.8, que además es estabilizado y lleva incorporado un anillo led para iluminar en fotografía de aproximación, pues este juguete cuesta 390 euros y pesa 190 gramos.
¿Y si hablamos de zoom?, pues más de lo mismo. El Fujinon 16-55 f2.8 cuesta 929 euros y pesa 660 gramos, el Canon 24-70 f4L lleva estabilizador incorporado, cuesta 802 euros y pesa 600 gramos, El Zeiss 24-70 f4 cuesta 1050 euros, 120 más que el Fujinon y pesa ¡426 gramos!
A esto súmale que con un paso menos de luminosidad en FF aún se puede conseguir (aunque sea poco) un mayor desenfoque que en aps-c con un paso más.
¿Y si añadimos una Sony A7II a estas comparaciones?, sí, la II, que con esta te basta para superar en calidad de imagen a cualquier Fujifilm, pues cuesta 1169 euros y pesa 560 gramos, una Fujifilm X-T2 cuesta 1484 euros y pesa 53 gramos menos que la Sony.
Creo que con esto basta para que los de Fujifilm se pongan colorados