Cuando hablamos de iluminación artificial, todos pensamos automáticamente en flashes, pero más bien deberíamos diferenciar entre iluminación continua o iluminación discontinua, ya que esa diferenciación es la que nos va a hacer variar nuestra forma de trabajar con la luz.
Apuntes de iluminación fotográfica con flash
- Conceptos básicos.
- La iluminación artificial.
- Flashes y Modificadores.
- Esquemas básicos de iluminación.
- Clave alta y clave baja.
- Iluminación en retrato.
- Iluminación en producto.
La luz natural es continua, es decir, mantiene la misma intensidad de iluminación estable en el tiempo. Es cierto que en las horas centrales la intensidad es mayor que en el atardecer o el amanecer, pero se mantiene más o menos estable durante un periodo suficiente como para poder hacer la foto con los parámetros de exposición que hemos medido en esa luz continua.
Si pasamos a hablar de luz artificial, lo más habitual es que nos encontremos con luz artificial continua: bombillas, fluorescentes, luces LED… hasta una vela podría ser considerada luz continua. Independientemente de la mayor o menor intensidad que cada fuente de luz proporcione, esta se mantiene constante a lo largo del tiempo.
Por otro lado, cuando usamos flashes la intensidad de iluminación se entrega en un periodo de tiempo muy corto, el destello que todos vemos cuando se dispara el flash. Por eso se denomina discontinua, porque no permanece constante en tiempo, solo se “enciende” cuando hacemos la foto.
Esta diferencia entre las fuentes de luz es fundamental a la hora de elegir la forma con la que trabajamos. Para fotografía, podemos utilizar luz continua o discontinua indistintamente, pero por ejemplo para vídeo o cine solo se puede trabajar con luz continua.
Luz continua vs luz discontinua. Cómo afecta a la exposición
Recordemos que definimos “exposición” como la cantidad de luz que debe llegar al sensor para que la foto esté bien expuesta. Si llega menos luz, hablamos de imágenes subexpuestas, y si tenemos un exceso de luz en el sensor, obtendremos imágenes sobreexpuestas.
Esto ya lo tenemos claro. La diferencia ahora es cómo llega esa luz al sensor. Mejor dicho, cuándo llega esa luz al sensor. Y ese cuando es lo que diferencia la a la luz continua de la discontinua. Vamos a intentar explicarlo.
Cuando trabajamos con la luz natural, nuestro proceso para determinar los parámetros de exposición (ISO, Apertura y velocidad) es el habitual. Ponemos la ISO más baja a priori y jugamos con la apertura, para determinar la profundidad de campo, y/o con la velocidad de obturación para congelar más o menos la acción. Según esto, si cierro el diafragma entra “menos luz” al igual que si aumento la velocidad de obturación. Los dos parámetros me afectan a la entrada de luz ya que como el aporte de intensidad lumínica es continuo, está entrando luz todo el tiempo que está abierto el obturador. Lógico, ¿no?
Ahora pasamos a iluminar con luz artificial. Supongamos que estamos en una habitación totalmente a oscuras, de forma que la única fuente de luz sea nuestra luz artificial. Veamos las opciones que tenemos.
Por una parte, si usamos luz continua, por ejemplo un panel LED o una bombilla incandescente, estamos en una situación análoga a la situación con luz natural. Es decir, tanto la apertura como la velocidad de obturación afectan a la exposición. Si mantengo constante la apertura del diafragma, al tener más tiempo abierto el obturador entra mayor cantidad de luz, mientras que si reduzco el tiempo, disminuye la entrada de luz.
Fuji X-H1 + 60 2.4; 1/2; f8 Fuji X-H1 + 60 2.4; 1/15; f8 Fuji X-H1 + 60 2.4; 1/125; f8
Fuji X-H1 + 60 2.4; 1/250; f4 Fuji X-H1 + 60 2.4; 1/250; f11 Fuji X-H1 + 60 2.4; 1/250; f22
Por el contrario, si usamos luz discontinua (flash) la apertura va a afectar a la exposición. En efecto, si cierro el diafragma reduzco la entrada de luz. Pero en el caso de la velocidad de obturación, como el destello de luz se produce en un periodo tan corto de tiempo, por más que dejemos abierto el obturador, no va a entrar más cantidad de luz, sino que toda la que tiene que llegar al sensor se produce en el destello del flash.
Fuji X-H1 + 60 2.4; 1/20; f11 Fuji X-H1 + 60 2.4; 1/125; f11 Fuji X-H1 + 60 2.4; 1/250; f11
Fuji X-H1 + 60 2.4; 1/250; f4 Fuji X-H1 + 60 2.4; 1/250; f11 Fuji X-H1 + 60 2.4; 1/250; f22
Por este motivo es posible que hayáis escuchado que con el flash la exposición se controla variando la apertura. Esta afirmación es una simplificación de la realidad, pero nos vale para retener el concepto.
La velocidad de sincronización del flash
Solo en el caso de que la velocidad de obturación fuese más rápida que el tiempo de destello, la velocidad afectaría a la exposición, pero este caso no se suele dar debido a las características mecánicas de los obturadores de plano focal, y por ello aparece el concepto de velocidad de sincronización del flash.
Podemos definir la velocidad de sincronización de una cámara con el flash a la máxima velocidad a la que podemos disparar para que todo el sensor esté abierto en el momento del destello del flash. Lo normal es que la velocidad de sincronía esté entre 1/180 y 1/250.
Para poder entender esto, debemos recordar cómo funciona un obturador de plano focal, el normal en nuestras Fuji (excepto en la línea X100).
Un obturador de plano focal está compuesto de dos cortinillas, que cubren el sensor. Cuando disparamos, sube la primera cortinilla hasta que todo el sensor está al descubierto, mientras que la segunda cortinilla está abajo. En ese momento es cuando la iluminación del flash llega al sensor, antes de que la segunda cortinilla empiece a subir.
Si disparamos con el flash a una velocidad de sincronización mayor de la máxima de la cámara, aparecerán las famosas bandas negras
El momento en el que se dispara el flash lo determinamos con la sincronización a la primera o a la segunda cortinilla. En el primer caso, el flash se dispara en el instante en el que la primera cortinilla llega arriba y deja al descubierto el sensor, mientras que en el segundo caso, el destello se produce de forma que acabe en el instante en el que la segunda cortinilla empieza a subir.
¿Qué ocurre si ponemos una velocidad mayor? Pues que nos aparecen las famosas bandas negras debido a que la segunda cortinilla ha empezado a subir antes de que el flash haya emitido el destello completo.
Este efecto no ocurre en las cámaras que tienen obturador central, como el caso de las Fuji X100 o en los sistemas de Hasselblad o de Phase One (que puede trabajar indistintamente con ambos tipos de obturador, en función del objetivo que tengamos). El obturador central se encuentra en el objetivo, y actúa como un diafragma que abre y cierra para permitir la entrada de la luz. Esto permite sincronizar el flash hasta velocidades de 1/2000 en los objetivos más modernos.
Sincronización de flash a alta velocidad (HSS)
Entonces, ¿no podemos disparar a mayor velocidad de 1/250 si queremos usar flashes? Si, para ello se utiliza un sistema de sincronización de alta velocidad, o HSS, que ya llevan implementado los flashes más modernos.
Este sistema cambia la forma en que se mueven las cortinillas y cómo dispara el flash. Ahora, tanto la primera como la segunda cortinillas empiezan a subir de forma que dejan una pequeña franja entre ellas por la que llega la luz al sensor. A medida que van subiendo las dos cortinillas sincronizadamente, la franja abierta va recorriendo todo el sensor mientras que el flash va haciendo muchos destellos a menor intensidad para generar una luz “continua” durante el tiempo que sube la franja abierta y que de esta manera pueda llegar la intensidad lumínica al sensor.
La desventaja de este sistema es que se pierde intensidad con respecto a un destello único. Se pueden llegar a perder hasta 3 pasos de luz, lo que implica la necesidad de flashes más potentes.
Un pequeño apunte. El flash solo funciona con el obturador mecánico. Si queremos utilizar este, debemos utilizar iluminación continua, aunque esto va a cambiar con las nuevas generaciones de sensores que saldrán.
Medición de la luz. TTL
Habitualmente, para medir la luz, lo que hacemos es mirar por el visor de nuestra cámara y comprobar la lectura que nos “mide” el fotómetro con los parámetros de exposición que hemos elegido. Nos marcará si hemos acertado con la exposición o si estamos por encima o por debajo del “0” de la escala. Este tipo de medición tiene en cuenta la luz reflejada, es decir, la que llega al fotómetro de la cámara después de reflejarse en el modelo u objeto que estamos fotografiando.
Cuando estamos trabajando con luz artificial, y más en el caso de luz discontinua, suele ser más interesante medir la luz incidente, es decir, la que llega directamente a nuestro modelo. Para ello se utiliza un fotómetro de mano, también llamado flashímetro si tiene la capacidad de medir destellos de flash.
El uso del fotómetro es sencillo. En él ponemos los valores de ISO y velocidad con los que queremos trabajar (normalmente la ISO más baja y el máximo valor de sincronización del flash, para Fuji ISO200 y 1/250) y colocamos el fotómetro en el punto donde queremos medir, con la cúpula de medición apuntando más o menos a la bisectriz que forma el flash con la cámara. Con el modo de medición “Flash” en el fotómetro, apretamos el botón de medición y realizamos un destello. El fotómetro mide la intensidad de la luz y nos determina el valor de la apertura que proporciona la exposición correcta con esa intensidad de luz.
Si estamos trabajando con luz continua, la medición es igual salvo que no hace falta disparar el destello sino que pulsando el botón de medición en el fotómetro en el modo “luz continua” el aparato mide la luz existente.
Poniendo el valor de apertura que indica el fotómetro en la cámara, tendríamos la foto con una exposición correcta.
Esta es la forma tradicional de trabajar, pero ¿es imprescindible el uso de un fotómetro de mano? No, en absoluto. Es cierto que con el fotómetro es fácil equilibrar un esquema de iluminación, pero gracias a la fotografía digital, podemos disparar conectados al ordenador y ver al instante el resultado en la pantalla. Así medimos a “prueba y error”, empezando con unos parámetros, viendo el resultado y modificándolo en función de la exposición que veamos en el histograma.
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Si optamos por esta forma de trabajar, tenemos a nuestra disposición el sistema TTL (Through The Lens) que no deja de ser una medición automática de la potencia del flash necesaria para una correcta exposición. Para ello, en función de los parámetros que hayamos puesto en la cámara, el flash lanza un predestello mínimo para poder medir y evaluar la exposición resultante. Con esa medición calcula la potencia necesaria y realiza el destello final.
Como en todos los automatismos, el resultado que obtengamos depende de cómo los utilicemos. En este caso, la medición del flash depende del tipo de medición que estemos utilizando en la cámara, ya sea puntual, ponderada al centro o múltiple. El flash realizará la medición y el cálculo según el punto o el encuadre que hayamos tomado .
Personalmente y para el tipo de fotografía que suelo hacer, prefiero trabajar en manual, de forma que tienes controlada la iluminación en todos los aspectos, aunque el sistema TTL puede venir muy bien en situaciones donde no podamos prever los cambios de iluminación, como por ejemplo con modelos en movimiento.
Cómo trabajar con los distintos tipos de luz
Según hemos comentado en repetidas ocasiones, una de las principales ventajas usar iluminación artificial, es que podemos adaptar la iluminación a nuestras necesidades, al contrario que con la luz natural donde solemos adaptar nuestra fotografía a la luz disponible en cada situación. Este hecho nos permite seleccionar los parámetros con los que queremos tomar la fotografía y después modificar la iluminación para que cuadre con los parámetros seleccionados.
Por ejemplo, en el caso de que estemos trabajando con luz continua tendremos que proceder de manera similar a como actuamos con luz natural:
- Establecemos la ISO que queremos, normalmente la mínima para conseguir la mayor calidad.
- Determinamos la apertura en función de la profundidad de campo que queramos y la velocidad de obturación dependiendo del posible movimiento del modelo u objeto que estemos fotografiando. Recordemos que si buscamos fondos desenfocados iremos a grandes aperturas (número f pequeño), mientras que si buscamos mucho campo enfocado, iremos a aperturas reducidas (número f grande).
- En este momento, comprobaremos que la iluminación ambiente no afecta a la exposición haciendo un disparo sin la iluminación artificial. Esta situación nos debería dar una imagen totalmente negra. Así nos aseguramos de que controlamos totalmente la exposición de la foto.
- Con los parámetros decididos, montamos el esquema de iluminación y medimos, bien sea con el fotómetro de mano o el de la cámara.
- Adecuamos la potencia de iluminación, aumentando o disminuyendo en función de la lectura del fotómetro.
- Una vez alcanzada la potencia correcta, solo queda encuadrar, enfocar y disparar.
Si en vez de trabajar con luz continua lo hacemos con flashes, el proceso es prácticamente el mismo, con la única diferencia en el momento de seleccionar los parámetros. Solo tenemos que decidir el valor de la apertura en función de la profundidad de campo que necesitemos, mientras que la velocidad de obturación será cualquiera dentro del rango de sincronía. Yo suelo elegir la mayor velocidad posible, 1/250. Recordemos que al iluminar con flash el destello es prácticamente instantáneo, y por ello la velocidad de obturación no afecta a la exposición.
El resto del proceso es el mismo:
- Establecer la ISO mínima.
- Determinamos la apertura en función de la profundidad de campo requerida. La velocidad, la máxima de sincronización (1/250).
- Comprobar la no afección de la iluminación ambiente a la exposición, mediante una foto sin la iluminación artificial.
- Con los parámetros decididos, montar el esquema de iluminación y medir la luz.
- Variar la potencia de los flashes, aumentando o disminuyendo en función de la lectura del fotómetro.
- Encuadrar, enfocar y disparar.
Nos queda un caso mixto, es decir, en el que tengamos luz continua y luz discontinua. Suele ser el ejemplo de un retrato en exteriores en el que la queramos que el fondo salga subexpuesto mientras que el modelo esté correctamente expuesto. Este caso concreto lo veremos con un ejemplo en el tema de retrato, pero os adelanto que necesitaremos hacer dos mediciones, una para el fondo y otra para el modelo. ¿Se os ocurre como proceder en esta situación?
En el siguiente tema hablaremos de los tipos de flashes que podemos utilizar, de los modificadores, de cómo influir en las características de la luz para adaptarlas a nuestras necesidades y por supuesto, de la Ley inversa de la distancia al cuadrado, fundamental para poder entender definitivamente cómo se comporta la luz y poder conseguir las imágenes que queremos.
Muchas gracias a todos por vuestro apoyo.
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Enorme tema Nacho. Lo del del HSS no lo controlaba mucho y lo has aclarado de manera estupenda. Esta vez sí me has enganchado para el próximo capítulo
Muy bien explicados los conceptos. Muchas gracias por el artículo
Esta vez lo hemos conseguido, jejeje. Me alegro mucho que te haya gustado, espero que los siguientes mantengan el nivel.
Muchas gracias!!
Muchas gracias Pcondado!
Esperemos que los siguientes temas también os gusten
Muchas gracias por compartir tu sabiduría luminosa Nacho. Has pensado en dar algún taller presencial?
Muchas gracias Jorge!
Pues la verdad es que si, lo llevamos pensando bastante tiempo, pero dad la situación actual no nos atrevemos a montarlo. Vamos a esperar a que tengamos libertad para poder reunirnos sin problemas y seguro que montamos algo!
Un saludo!
Fantástico Nacho. Muchas gracias. Si hay taller, me apunto!
Muy bien explicado, con conceptos claros, precisos y no reiterativos. Siempre digo que una cosa es tener conocimiento y otra es saber transmitirlo.