Cuando salieron las pantallas abatibles eran la pera. Ahora no queremos ni siquiera pantallas, no ya abatibles... De locos XD
Cuando salieron las pantallas abatibles no sabíamos ni la cuarta parte de hacer cámaras de fotos digitales.
Fuji tuvo una cosa muy buena: entendió que a lo largo de la historia de la fotografía, los dos tipos de cámaras que habían triunfado, después de la irrupción de la película de 35mm fueron principalmente las réflex y sobretodo al principio, las cámaras telemetricas. Los dos sistemas tenían algunas cosas similares, pero también grandes discrepancias filosóficas.
La una era la cámara pequeña, mucho más silenciosa, con objetivos discretos y ligeros, principalmente angulares. Permitía un tipo de fotografía más cercana y directa. Pecaba de tener error de paralaje pero al mismo tiempo al no tener espejo era mucho más discreta, y podías disparar con velocidades más lentas. No era nada apta para usar teles u objetivos grandes puesto que los marcos se veían enanos o incluso a veces podían tapar el visor. Es decir, podía hacer pocas cosas mejor que las réflex, pero en esas cosas era mucho mucho mejor.
Las réflex eran la polivalencia, por eso al final se acabaron llevando el gato al agua.
Fuji tuvo la gran inteligencia de trasladar esas dos filosofías a lo digital, cosa de la que se dio cuenta que podía hacer cuando la X100 triunfó tan inesperadamente.
Puedes usar la XPro 2 para foto deportiva? Para naturaleza o fauna? Bueno, si la XT puede y la Xpro comparte tantas cosas internas quizás si. Pero enseguida te das cuenta que no es la herramienta adecuada para ello. De la misma manera podemos encontrarnos con usuarios que no estén satisfechos con este giro, lo que deben preguntarse entonces es si están seguros que esa cámara es la mejor herramienta para lo que quieren hacer fotográficamente o si no sería mejor irse a cualquiera de las otras opciones de la marca.
También existe otra posibilidad: que aunque no guste ese aspecto uno se la acabe comprando (porque es tannn boniiiiiiita) y gracias a ella y a su reeducación acabe dejando de hacer el monillo después de cada foto, para asegurarse que todo ha ido bien