Todos llevamos una máscara, más o menos pesada, más o menos opaca. Una máscara que nos permite sonreir cuando queremos llorar, callar cuando queremos hablar, mentir cuando queremos decir la verdad, amar cuando queremos odiar y guardar silencio cuando queremos gritar. Pero al final del día, cuando nos la quitamos, nos enfrentamos a la dura realidad. Y descubrimos que el mundo en el que vivimos no es, en el fondo, más que un gran baile de máscaras. Gracias por vuestras visitas y comentarios.
MÁSCARAS por Visiones De Ángeles, en Flickr